domingo, 21 de junio de 2009

La Melancólica Muerte de Chico Ostra

Título original: The Melancholy Death of Oyster Boy
Autor: Tim Burton

Libro de poesías escrito e ilustrado por el director de cine Tim Burton donde el autor nos relata una serie de pequeñas historias acerca de niños marginados por la sociedad debido a sus peculiares rasgos físicos, donde se mezclan la crueldad y la ternura, junto con ese punto macabro que tanto caracteriza a este conocido director.

Lo encontré de casualidad hace varios años en una tienda y me apresuré a comprarlo sin haber oído siquiera hablar de él, y por consiguiente sin saber muy bien de qué trataba, sólo con la referencia de lo que leí en la reseña de la contraportada, que no es especialmente buena, dicho sea de paso.

Me he leído el libro dos veces, y me encanta. Es la clase de libro en que es necesario leer entre líneas, puesto que lo verdaderamente importante es el mensaje que pienso que el autor pretende transmitir, puesto que si nos centramos sólo en las historias pueden parecer muchas veces absurdas o ridículas, y desde luego carentes de sentido.
Tim Burton crea una serie de personajes grotescos y anti-sociales, que en mi opinión no son más que el reflejo de lo que él mismo tiene por dentro, y quizá la expresión de una infancia no demasiado agradable que pasó en un pequeño pueblo estadounidense donde no terminaba de encajar.
Es un libro muy fácil y rápido de leer, puesto que no es demasiado extenso, y al tratarse de poesía las páginas se pasan prácticamente solas.
Altamente recomendable para los seguidores de la obra cinematográfica de Tim Burton. Sin embargo, si no os gusta como director, tampoco os gustará como escritor puesto que el mensaje que transmite en este libro es muy similar al que transmite en la mayoría de sus películas. En concreto, a mí este libro me evoca la película "Eduardo Manostijeras", quizá porque el protagonista de esa película es también un joven marginado que desea encajar en la sociedad, pero que no puede debido a los prejuicios que crea debido a su aspecto físico.
Puesto que no todo en una crítica puede ser bueno, ya que no hay nada perfecto en este mundo...Algo bastante desagradable es el hecho de que al traducirlo al español se ha perdido gran parte del encanto, además de algunas rimas. Me lo he leído también en inglés, y recomiendo a aquellos que entiendan algo de inglés que lean la versión original, que es mucho mejor (como suele pasar con todo) y además tiene un lenguaje muy sencillo.
Creo que la mejor descipción que puedo ofrecer de este libro es, simplemente, transcribir una de sus historias, así que ahí va una de mis preferidas: "Chico Ancla".

Había una vez una chica
que venía de la mar.
Y había tan sólo un sitio
donde ella quisiera estar.
Con un tal Paquito Serra
que tocaba en un conjunto.
Por él se iría a la tierra
y dejaría el océano.

Porque él sólo y sólo él
le había quitado la calma.
Y por eso ella quería
robarle a Paquito el alma.

Pero jamás en la vida
hubo entre ellos conexión.
Ella iba a la deriva
por el mundo, solitaria.

Ella intentó aparecérsele
feliz, luego triste y trágica;
trató el sexo y el horóscopo
y hasta una pócima mágica.

Mas nada podía juntarlos,
excepto - quizá, no sé -
algo que anclara sus almas...
Y tuvieron un bebé.

Para el parto utilizaron
grúa, cincel y barrena:
el cordón umbilical
era una gruesa cadena.

Era feo y tenebroso,
duro como un cigüeñal.
No tenía la piel rosada
sino vil y gris metal.

El bebé, que suponían
los iba a juntar muy juntos,
en realidad los volvió
adustos y cejijuntos.

Aprovechando una gira,
se largó Paquito Serra.
Y a partir de ese momento
se quedó a vivir en tierra.

Con su niño (un ancla gris)
ella sola se quedó.
Él se volvió tan pesado
que con el tiempo la hundió.


Mientras se hundía hasta el fondo
sin sus sueños realizar,
eran ella sola y su hijo...
y los peces de la mar.

Puntuación: 9

1 comentario:

Elena López Guijarro dijo...

Ay! me encanta ese libro! le pude echar un vistazo cuando una chica de mi clase hizo una exposicion sobre él, y me quede con ganas de leerlo a fondo.

Es un poco triste y melancólico a veces, pero sigue en la linea de Burton. Estoy de acuerdo contigo en que es reflejo de una infancia un tanto infeliz y que, segun yo claro xD, creo que el chico ostra es el.

Agh, me encanta! sigue asi preciosa!

Tu lectora fiel (que no el jardinero xDDDDD)